
Decret Núm. 894 de la Gran Lògia Nacional Francesa
El 24 de junio de 1717, diada de San Juan, en la «Goose & Gridiron», lugar situado en el patio de la iglesia de Saint Paul, en Londres, cuatro Logias Londinenses se unieron y fundaron la Gran Logia de Inglaterra. Esta Gran Logia fue el embrión de la masonería actual y la institución que en primera instancia reconocería la legitimidad de las Logias que se establecieron por toda Europa, les colonias británicas y más tarde, por todo el mundo. Esta nueva masonería no tiene una finalidad operativa, sino ética. Frente a los antiguos masones de la Edad Media, constructores de catedrales de piedra, la masonería contemporánea se presenta como una asociación defensora de la dignidad humana, de la solidaridad y de la fraternidad, cuyo objetivo es el perfeccionamiento moral y cultural de sus miembros mediante la construcción de la humanidad a través de un templo simbólico dedicado a la virtud. Las recopilaciones de los antiguos usos y costumbres de los masones, conocidas cómo «Constituciones de Anderson», fueron redactadas por el pastor James Anderson en el año 1723, estableciendo un punto de partida ideológico y la ley escrita de la nueva masonería.
El 23 de abril de 1994, 277 años después de la creación de la Gran Logia de Inglaterra y habiendo obtenido todas las autorizaciones del Gobierno de Inglaterra, se consagró la primera logia masónica en la historia de este país, que dependía de la Gran Logia Nacional Francesa. Seis meses después, el ocho de octubre del mismo año, la Gran Logia de España creó en Andorra una segunda Logia. Ésta es la base sobre la que se apoya la masonería regular andorrana. El 19 de febrero de 199, la Asamblea de Grandes Maestros de América del Norte encomendó a la GLNF la misión de hacer avanzar más aún la masonería andorrana. Este consejo contó con la opinión favorable de la GLE. Por este motivo, la Gran Logia del Distrito de Andorra se consagró el 24 de mayo de 1998 con la unión de las cuatro logias andorranas que habían sido creadas de acuerdo con la más estricta regularidad.

Templo en la antigua sede de la GLA
Finalmente, el nueve de setiembre de 2000, se consagró con toda solemnidad en la Sala de Congresos de Andorra la Vella, la Gran Logia de Andorra, que a su vez está formada por ocho logias: La Triada no. 1, Sant Joan de les Valls no. 2, Carlemany no. 3, Vescomte Arnau de Castellbó no. 4, Montsalvat no. 5, Maçoneria Universal no. 6, Minerva no. 7 y Els Cavallers d’Envalira no. 8. Los miembros escogieron como a primer Gran Maestro a Antoni d’Ortadó.
La masonería en Andorra empezaba desde cero sin ningún tipo de antecedente, tradición o conocimiento, por lo que todo estaba por hacer. ¿Cómo era posible que a finales del siglo XX en Andorra no se supiera nada de una institución como la Francmasonería, que había hecho avanzar a la humanidad con la aportación, de entre otras cosas, de los Derechos del hombre?

Consagración de la GLA, el 9 de Septiembre de 2000
Andorra, desde la signatura de los Pareatges en el año 1278, que garantizan su independencia con el reconocimiento de sus instituciones y privilegios, vive siete siglos de paz como país independiente, sin verse involucrado en luchas y guerras que al lo largo del tiempo han enfrontado Europa. Para conservar esta envidiable situación, los andorranos, conocedores de las características de su país, han procurado siempre mantener el equilibrio de poderes entre los dos Copríncipes y tener un territorio, que ayudado por su geografía, se mantenga escondido por todos. De este modo no se rompía la formula que los salvaba de todas las guerras y los aislaba de los acontecimientos exteriores.

Visita del Gran Maestro de la G.L.N.F y del Gran Maestro de la Gran Logia de la Costa de Marfil
Pero los tiempos cambian, después de muchos debates y negociaciones, el pueblo andorrano aprobó por referéndum, el 14 de marzo de 1993, la Constitución. Esto significó un cambio radical en la filosofía de la organización política del Principado. La Constitución da a los andorranos el derecho a asociarse, hecho que hace posible la creación y desarrollo de la francmasonería en Andorra.
La Gran Logia de Andorra, desde su creación trabaja bajo los Usos y costumbres que provienen de tradiciones inmemoriales, como los Antiguos Deberes y los «Landmarks», transmitidos de maestro a aprendiz y descritos en las Constituciones de Anderson, los cuales indican los principios inmutables de la francmasonería universal e intemporal.

Sala de agapes de la antigua sede de la GLA
La GLA la única Gran Logia en el territorio andorrano con la facultad de otorgar la calidad de francmasón, cuenta con el reconocimiento de la Gran Logia Unida de Inglaterra, la Gran Logia madre de todas las Logias del mundo, y de las otras Grandes logias de la Masonería Universal.
De acuerdo con la Constitución y el Reglamento General de la GLA, sus miembros sólo pueden ser hombres libres y respetables que se reúnen fraternalmente para trabajar su perfeccionamiento y en la práctica de principios humanitarios, respetando las opiniones y creencias de los demás, quedando prohibido toda discusión política o religiosa.
El Principado de Andorra es el estado número 184 de la ONU; cuenta con una población de 20.000 andorranos y 45.000 residentes de diferentes nacionalidades; y cada año recibe unos 600.000 visitantes de todo el mundo. En este marco multicultural, la Gran Logia de Andorra y las ocho logias andorranas, acogen a hombres libres de distintas nacionalidades, lenguas, culturas y religiones, razas y convicciones políticas, que comparten el deseo común del perfeccionamiento y la contribución del progreso a la humanidad.

Carta Patente emitida por la G.L.A y entregada a la Respetable Logia de Sant Joan de les Valls Núm. 2